Algunos —sobre todo los matemáticos— propugnaron la lógica matemática y el razonamiento deductivo como lenguaje del pensamiento racional. Otros defendían los métodos inductivos, en los que los programas extraen estadísticas de los datos y utilizan la probabilidad para abordar la incertidumbre. Y otros eran firmes partidarios de inspirarse en la biología y la psicología para crear programas que emularan el cerebro.

