Las que desmontan el Antiguo Régimen son las élites que veremos en los Estados Generales, unas élites que se nutren de los disturbios callejeros y que aprovechan ese ímpetu para ir avanzando en su propia agenda. Los revolucionarios no provocan la revolución, tan solo sirven de apoyo a las élites ilustradas que empujan el proceso desde la Asamblea Nacional.

