Yo: Matar! Quería decir MATAR. Mierda de corrector. Él: Claaaaaaro. Ahora le echamos la culpa al corrector. Yo: Para. Él: Creo que alguien quiere darme un beso. Yo: Bs noches, Graham. Él: Seguro que no quieres volver a casa? Así ejercitamos un poco nuestra lengua.