—¿«Cariño»? Adiós al atrevido y hola al presuntuoso. —¿Preferirías «señorita»? ¿«Señora», tal vez? Usaría tu nombre, pero no sé cómo te llamas. —Por supuesto que no. —Suspira—. Me llamo Hannah. —Después hace una pausa llena de significado—. Garrett. Vaya, estaba muuuuuuuuy lejos con eso de la M.