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Kindle Notes & Highlights
Lo único en lo que se parece la vida a los trucos de magia es en el tiempo breve en el que puedes mantener engañado al espectador. Al final, todos piden verdad, aunque sea la de saberse estafado, pero es que fingir es necesario para existir. La sinceridad está extremadamente sobrevalorada.
La existencia individual ya es sumamente complicada como para añadir la de los demás.
La verdad es algo que solo nos debemos a nosotros mismos, a nadie más. Porque sí, vale, todo te empuja a sincerarte, ¿y después qué? ¿Qué hacemos con ese puñado de realidades incómodas? ¿Qué hace el otro con ello? Es imposible fabricar una nueva existencia a partir de la verdad. Lo que queda al sincerarnos con los demás es la vida expuesta. Lo contrario de la verdad no es la mentira, es el misterio.
Existe algo profundamente humano en la huida. Es un instinto, un movimiento de resistencia, un recurso existencial.
La desconfianza no es más que un miedo mal enfocado, porque el miedo nos protege, pero la desconfianza nos limita.
El tiempo tiene su propio ritmo y es la vida la que nos sucede, nunca al contrario, es ella la que marca los tiempos y la que hace el hueco que ella quiere en nuestro cuerpo.
Con los años aprendes que, con lo que respecta a algunos temas, el truco no es tanto cambiar sino aceptarlo.
la gente tiene el poder que le damos, el espacio que le regalamos, y que a la gente que nos daña no hay que concederle ni un hueco en nuestra vida porque somos mucho más listas que ellos.
no podemos vivir esperando que nuestros padres nos den siempre lo que necesitamos, que es lícito buscar lo que nos falta en otras personas.
Toda la gente de mi edad quiere tener la tuya, Sara. Lo mejor es desear lo que se tiene, que nunca volverá.
La perdono porque hizo lo más difícil y lo más justo: ponerse a ella misma por encima de todo lo demás. La perdono, quizá, porque la envidio: hizo lo que yo no fui capaz de hacer, a pesar de saber, en lo más profundo de mí, que era lo que deseaba, lo que necesitaba.
Era tanta la ternura que me provocaba que no estaba dispuesta a renunciar a ella, pero al mismo tiempo existir a su lado era como enamorarse en un país en guerra.

