Yo no lo temo, antes sí lo temía. ¿Sabes?, es posible que ni siquiera conteste en el juicio... Y me parece que hay ahora tanta fuerza en mí que soy capaz de sobrellevarlo todo, todos los sufrimientos, solo para poder decirme a mí mismo y repetirme a cada momento: ¡yo soy! En un millar de tormentos, soy; retorciéndome en la tortura, pero ¡soy!