a mí casi me repugna evocar aquel suceso tan frívolo como llamativo, en esencia baladí y natural, y lo habría omitido en mi relato sin ningún género de dudas de no haber ejercido una influencia poderosísima y determinante en el alma y en el corazón del héroe principal, aunque futuro, de mi historia, en Aliosha, originando en él una suerte de ruptura y de cataclismo que sacudió su entendimiento, si bien también lo reafirmó definitivamente, para toda la vida, orientándolo hacia un fin muy preciso.