la justicia, la denuncia, los compañeros desaparecidos, el culto al muerto, sin ningún tipo de reflexión sobre lo que fueron esos años, o nada», dice Silvia Labayru; «Como si no se pudiera sostener una postura en relación a los derechos humanos criticando a la vez la violencia de los setenta. Yo no creo que se pueda equiparar la violencia del Estado con otro tipo de violencia, pero me parece que es momento de que dejemos de pensar en la juventud maravillosa», dice Mahler),