las propias mujeres que pasamos por eso tardamos en poder decirlo. Yo lo declaré en dos juicios, pero se tardaron muchos años hasta que declararon las violaciones y los abusos como delitos autónomos. Hasta ese momento eran declarados como tormentos. Hizo falta que pasara tiempo y que la sociedad aceptara con otros ojos los testimonios de las víctimas. Que dejaran de acusarnos de traidores, de colaboradores, de agentes de los servicios, de putas.