La oración que salvó a una generación fue considerada como una de las oraciones más significativas en la historia de Israel. El círculo que él trazó en la arena se convirtió en un símbolo sagrado. Y la leyenda de Honi, el hacedor de círculos, permanece para siempre como un testamento a favor del poder que tiene una sola oración para cambiar el curso de la historia.

