More on this book
Community
Kindle Notes & Highlights
Read between
October 6 - October 8, 2025
—Nadie me va a llevar —Ivy cerró los ojos—. Soy tuya, Ketahn. Nadie me tendrá salvo tú.
Quería que el mundo viera que había sido bendecido por los mismos dioses con una compañera incomparable.
Te tengo a ti y siempre serás suficiente.
Para la mayoría, la supervivencia es suficiente. Pero para otros puede ser el cambio, el poder, la paz, la compañía o cualquier otra cosa.
—Soy tuyo. Por ti. Para ninguna otra, jamás.
Nada se interpondrá entre nosotros. Mientras el sol, las lunas y las estrellas recorran el cielo, serás mía, Ivy.
Ojalá hubiera podido ver más de este mundo. Explorarlo. Ojalá hubiera podido saber más sobre los vrix. Me hubiera gustado aprender su lengua, su cultura, simplemente… conocerlos. Son tan, tan fascinantes, Ivy.
—Puedo ver por qué te preocupas por él. He visto lo protector que es contigo, cómo te mira, cómo se preocupa por ti. Supongo que, en el fondo, todos somos iguales. Nuestras almas ven lo que nuestros ojos no pueden, y conectan sin importar lo que haya en el exterior. Nuestros cuerpos… no son más que caparazones. «Nuestras almas ven lo que nuestros ojos no pueden».
Me alegro de que me despertaras, Ivy. Me alegro de haber podido ver algo tan asombroso antes del final. He conseguido… ser uno de los ocho humanos de todo el universo que han conocido a los vrix.
—Para los vrix… una pareja también puede ser muchas cosas. Pero cuando un macho llama a su hembra nyleea, es más. Cuando un macho llama a su hembra su hilo del corazón, lo es… todo. Solo te quiero a ti, Ivy. Mis corazones laten por ti.