Dos mil años más tarde, el filósofo Friedrich Nietzsche diría: «Solo las ideas obtenidas al caminar tienen algún valor». Einstein pulió muchas de sus teorías sobre el universo mientras caminaba por el campus de la Universidad de Princeton. El escritor Henry David Thoreau decía que «en el momento en el que comienzo a mover las piernas, los pensamientos comienzan a fluir».

