Creo que no te das cuenta de lo fuerte que eres, porque a veces la fuerza no son espadas y acero y fuego, como nos hacen creer tan a menudo. A veces se encuentra en los sitios tranquilos y sosegados. La manera como le sujetas la mano a alguien mientras llora. La manera como escuchas a los demás. La manera como te presentas, día tras día, incluso cuando estás agotada o asustada o simplemente insegura. Eso es fuerza, y la veo en ti.

