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Algunos libros nos hacen soñar, otros nos acercan a la realidad, pero ninguno puede huir de aquello que es más importante para un autor: la honestidad para con lo que escribe.
Pero a quien poco se le perdona poco ama.»
Pero, en fin, como en cada momento de nuestras vidas tenemos un pie en el cuento de hadas y otro en el abismo,
el amor estaba más asociado a la ausencia que a la presencia de la persona:
La vida es muy rápida; hace que la gente pase del cielo al infierno en cuestión de segundos.
Si tengo que ser fiel a alguien o a algo, en primer lugar tengo que ser fiel a mí misma.
Y si nada me pertenece, tampoco tengo que perder mi tiempo cuidando cosas que no son mías; mejor vivir como si hoy fuese el primer (o el último) día de mi vida.
había aprendido que las oportunidades están hechas para aprovecharlas.
Puedo escoger entre ser una víctima del mundo o una aventurera en busca de su tesoro. Todo es cuestión de cómo ver la vida.
Pero antes de morir, quiero luchar por la vida. Si consigo andar sola, llegaré hasta donde quiera.
La montaña rusa es mi vida, la vida es un juego fuerte y alucinante, la vida es lanzarse en paracaídas, es arriesgarse, caer y volver a levantarse, es alpinismo, es querer subir a lo alto de uno mismo, y sentirse insatisfecho y angustiado cuando no se consigue.
Su vida, a pesar de la aparente libertad, era un sinfín de horas esperando el milagro, un amor verdadero, una aventura con el mismo final romántico que siempre había visto en las películas y había leído en los libros.
Alguna gente nace para encarar la vida sola; eso no es bueno ni malo, simplemente es la vida.
Y el ser humano puede soportar una semana de sed, dos semanas de hambre, muchos años sin techo, pero no puede soportar la soledad. Es la peor de todas las torturas, de todos lo sufrimientos.
Durante toda mi vida he entendido el amor como una especie de esclavitud consentida. Es mentira: la libertad sólo existe cuando él está presente.
cada uno de nosotros es responsable de lo que siente, y no podemos culpar al otro por eso.
Ésa es la verdadera experiencia de la libertad: tener lo más importante del mundo, sin poseerlo.
–¿Falta algo?–preguntó ella. –Cómo decir «hasta luego».
Considerando el mundo tal y como es, un día feliz es casi un milagro.
Mis amores mueren incluso antes de nacer .
Apartarse de la pasión, o entregarse ciegamente a ella, ¿cuál de las dos actitudes es la menos destructiva? No sé.
–Te quiero como tú quieras.
El marqués de Sade decía que las experiencias más importantes del hombre son aquellas que lo llevan al límite; sólo así aprendemos, porque eso requiere todo nuestro coraje.
«Sólo nos conocemos cuando conocemos nuestros propios límites»,
la libertad de su amor era no pedir ni esperar nada.
«El amor más fuerte es aquel que puede mostrar su fragilidad.
Cuando no tuve nada que perder, lo recibí todo. Cuando dejé de ser quien era, me encontré a mí misma.
La vida es corta, o demasiado larga para que yo pueda permitirme el lujo de vivirla tan mal.
Amémonos los unos a los otros, pero no intentemos poseernos los unos a los otros.
«Ven, bendíceme con tu esperanza, y quédate todo el tiempo que puedas.»
No cuesta nada ser romántico como en las películas, ¿no crees?

