More on this book
Community
Kindle Notes & Highlights
Aunque sabe que va a mentir, piensa que esa mentira será una forma tergiversada de la verdad, es decir, aunque la explicación sea rotundamente falsa, el simple hecho de repetirla la convertirá, de alguna manera, en verosímil, y cada vez más verosímil
la pequeña felicidad en que creyó haber vivido en los últimos seis meses.
El caos es un orden por descifrar,
Nuestra relación ha terminado, podemos seguir siendo amigos en el futuro, si quieres, pero nada más que eso, o, Siento mucho tener que darte este disgusto, pero, sopesando mis sentimientos hacia ti, ya no encuentro el entusiasmo del principio, o aun, Fue bonito, lo fue, pero se acabó, bonita mía, a partir de hoy tú por un lado y yo por
cuerpos, los pensamientos.
para ganar una batalla a veces es necesario perderla,
siendo mujer, luego más próxima a las cosas elementales y esenciales,
De brazo dado con la suerte
Los ángeles también bailan.
La diosa del escenario,
Daniel Santa-Clara.
este hombre se niega a comprender que las emociones son sabias, que se preocupan de nosotros,
no imagina el duro trabajo que va por ese cerebro, pesando alternativas, midiendo opciones, estimando variantes, anticipando lances, como un jugador de ajedrez.
Porque al ser repetidas pierden parte del poder de convencimiento que tendrían si se hubiesen dicho en primer lugar,
La vida, querido Máximo, me ha enseñado que nada es simple, que a veces lo parece, y que cuanto más lo parece, más hay que dudar,
Ten cuidado, vigílate, cuando una persona comienza a falsear nunca se sabe dónde acaba,
Todos los diccionarios juntos no contienen ni la mitad de los términos que necesitaríamos para entendernos unos a otros,
de manera general los domingos son días tristones, aburridos, pero hay algunos que son una suerte que hayan venido al mundo.
como si tuviese algún motivo fuerte para borrar sus impresiones digitales,
Por lo que hasta ahora se sabe, el ectoplasma no transpira.
Me he limitado a decir que no parecías el mismo, no que te parecieras a otra persona,
hacer esperar a Dios es el peor de los pecados.
Daniel Santa-Clara es el nombre artístico del actor Antonio Claro
Cuanto más te disfraces más te parecerás a ti mismo.
Cuando miró por primera vez su nueva fisonomía sintió un fortísimo impacto interior, esa íntima e insistente palpitación nerviosa del plexo solar que tan bien conoce, pero el choque no es el resultado, simplemente, de verse distinto del que era antes, mas sí, y esto es mucho más interesante teniendo en cuenta la peculiar situación en que ha vivido durante los últimos tiempos, una conciencia también distinta de sí mismo, como si, finalmente, hubiese acabado de encontrarse con su propia y auténtica identidad. Era como si, por aparecer diferente, se hubiera vuelto más él mismo.
Todo cuanto en las últimas semanas has oído de mi boca, incluyendo la conversación que acabamos de mantener en el restaurante, es mentira pero no pierdas el tiempo preguntando cuál es la verdad porque no puedo responderte,
paciente y segura de su poder, lo estaba esperando la soledad.
La vida real siempre nos parece más parca en coincidencias que las novelas y las otras ficciones, salvo si admitimos que el principio de la coincidencia es el verdadero y el único regidor del mundo, y en este caso tanto debe valer para lo que se vive como para lo que se escribe, y viceversa.
Dar
tiempo al tiempo siempre es el mejor remedio para todo desde que el mundo es mundo,
para fingir que marcar el paso era lo mismo que avanzar y que el mejor significado de retroceder era pensar mejor.
adoptó la resolución, iba avanzada la noche, de que el asunto tendría que resolverse para bien o para mal, fuese como fuese, y rápidamente, Iré a hablar con
Abrió los ojos al cuarto inmerso en una penumbra que era casi oscuridad, oyó el lento y espaciado respirar del marido, y de pronto percibió que había una otra respiración en el interior de la casa, alguien que había entrado, que se movía fuera, tal vez en la sala, tal vez en la cocina, ahora por detrás de esta puerta que da al pasillo, en cualquier parte, aquí mismo. Temblando de miedo, Helena extendió el brazo para despertar al marido, pero, en el último instante, la razón le hizo detenerse. No hay nadie, pensó, no es posible que haya alguien ahí fuera, son imaginaciones mías, a veces sucede
...more
This highlight has been truncated due to consecutive passage length restrictions.
En nuestra mano está decidir, Pero no está en nuestra mano, o de quien quiera que sea, obligar lo que fue a que deje de ser, la aparición de este hombre es un hecho que no podemos borrar o remover, aunque no lo dejemos entrar, aunque le cerremos la puerta, se quedará en la parte de fuera hasta que no consigamos aguantar más,
lo que ella tiene es el don de las frases cortas, condensadas, demostrativas, emplear cuatro palabras para decir lo que otros no serían capaces de expresar ni en cuarenta, y aun así se quedarían a mitad de camino.
no se cuente con nosotros, simples transcriptores de pensamientos ajenos y fieles copistas de sus acciones, para que anticipemos los pasos siguientes de una procesión que todavía está en el atrio.
cuando lo cierto, y esto ya podemos anticiparlo, es que el profesor Tertuliano Máximo Afonso no volverá a entrar en una clase en toda su vida, sea en el instituto al que algunas
veces tuvimos que acompañarlo, sea en cualquier otro.
Helena también se callará, también tiene la certeza de que el marido no comprendería por qué lo había hecho ella.
Haga como que estoy representando uno de mis papeles, el de un personaje atraído a una emboscada de la cual sabe que saldrá vivo porque ha leído el guión, en fin, el cine, En la Historia es exactamente al contrario, sólo después se sabe,
es tanto lo que tenemos para decir cuando callamos,
Ella dijo que esperaría todo el tiempo que fuese necesario, que la conversación que mantuvieron en el coche después de aquella cena, cuando le confesó que había mentido, fue como una puerta que se abrió durante un instante para luego volver a cerrarse, pero por lo menos ella quedó sabiendo que lo que los separaba era sólo una puerta, no un muro.
el peor de todos los muros es una puerta de la que nunca se ha tenido la llave, y él no sabe dónde encontrarla, ni siquiera sabe si la llave existe.
Tertuliano Máximo Afonso no pertenece al número de esas personas extraordinarias que son capaces de sonreír hasta cuando están solas, su natural se inclina más a la melancolía, al ensimismamiento, a una exagerada conciencia de la transitoriedad de la vida, a una incurable perplejidad ante los auténticos laberintos cretenses que son las relaciones humanas.
me doy cuenta de que la necesidad es sólo cosa de un momento, nada más que eso, si mañana deja de existir, qué hago,
Las palabras son el diablo, creemos que sólo dejamos salir de la boca las que nos convienen, y de repente aparece una que se mete por medio, no vemos de dónde surge, no era allí llamada, y, por su causa, que a veces después tenemos dificultad en localizar, el rumbo de la conversación muda bruscamente de cuadrante, pasamos a afirmar lo que antes negábamos, o viceversa,
He estado con él, ahora no sé quién soy.
Cada segundo que pasa es como una puerta que se abre para dejar entrar lo que todavía no ha sucedido, eso a que damos el nombre de futuro, aunque, desafiando la contradicción con lo que acaba de ser dicho, tal vez la idea correcta sea la de que el futuro es solamente un inmenso vacío, la de que el futuro no es más que el tiempo de que el eterno presente se alimenta.
Lentamente, como si le resultara penoso arrancarse desde lo más hondo de lo imposible, la estupefacción se diseñó en el rostro de Antonio Claro,
Por la puerta que seguía abierta entraba la luz declinante de la tarde.

