de esas que en principio a nada obligan o comprometen, salvo si queremos afinar nuestro órgano auditivo para captar la compleja gama de subtonos que quizá las hubiesen sustentado, según la exhaustiva demostración que en otro párrafo de este relato dejamos para ilustración de los lectores más interesados en lo que se esconde tras aquello que se muestra. En

