Encerraron a Mielke en prisión preventiva. Durante 1990 y 1991 entró y salió de varias cárceles berlinesas, incluida Hohenschönhausen, donde había mandado a la mayoría de sus presos políticos. Con el tiempo se añadieron más cargos, entre ellos los de los agentes de Policía asesinados en 1931. El juicio de Mielke empezó en 1992 pero, para cuando terminó, las únicas acusaciones que quedaban eran las relacionadas con los crímenes de Bülowplatz. Fue condenado a seis años de prisión por participar en ellos. La guía le explica a su rebaño: