Juan Antonio García

39%
Flag icon
Los tres pasaron dos horas juntos, con café y tarta, todo muy formal. Había venido para convencer a Irene y a Dieter de que persuadieran a Julia para que rompiese con el novio italiano. La gente daba por hecho, si no conocían a Julia, que él era su pasaporte al exterior. El Estado estaba utilizando todas las vías que podía para evitarlo.
Stasiland: Historias tras el muro de Berlín
Rate this book
Clear rating
Open Preview