De esta sala se pasa a otra más pequeña. En un principio pienso que contendrá más kitsch revolucionario, pero aquí solo hay libros y medallas bajo cristal. De hecho, la mayoría de las cosas son papeles, aunque cuando empiezo a leerlos comprendo por qué merecen una sala aparte: son los planes de 1985 de la Stasi y del ejército para invadir Berlín Occidental.