«—¡Que el jurado considere su veredicto! —ordenó el Rey por enésima vez aquel día. —¡No, no! —atajó la Reina—. ¡La sentencia primero!… ¡Ya habrá tiempo para el veredicto después!» Alicia en el País de las Maravillas Lewis Carroll, trad. de Jaime de Ojeda