—Me di cuenta relativamente pronto —me explica— de que nuestra economía no iba a poder subsistir. Y cuando empezamos a enfangarnos en esa ridícula propaganda de victoria, exagerando los resultados de las cosechas y los niveles de producción y muchas cosas más, no me lo pensé y me retiré de todo eso, me dediqué a mi especialidad: el trabajo contra el imperialismo en exclusiva.