Fred me explicó que la «rehabilitación» de los Scholl, o su fama (las placas y los premios, los nombres de calles y colegios), no llegó hasta, por lo menos, ¡veinte años después! Por increíble que parezca, hasta finales de la década de 1960 (con el cuestionamiento del movimiento estudiantil alemán del 68), la mayoría de la población no rindió tributo a la resistencia a Hitler.