Juan Antonio García

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frontera con Austria, creando así el primer hueco en el Bloque oriental. Miles de alemanes orientales acudieron hasta allí en masa y cruzaron la frontera, llorando de alivio y rabia. Otros tantos viajaron hasta las embajadas de la RFA en Praga y Varsovia y acamparon a las puertas, lo que generó una pesadilla diplomática para las relaciones entre las Alemanias. Al final, el régimen accedió a dejarlos ir, bajo la condición de que los trenes que los llevaran a Alemania Occidental tendrían que atravesar la RDA. Honecker esperaba humillar así a los «expulsados» confiscándoles los documentos de ...more
Stasiland: Historias tras el muro de Berlín
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