—La verdad es que yo en el trabajo estoy muy descentrado —confesé—. Soy incapaz de concentrarme en una sola cosa durante mucho tiempo. Entre las llamadas de teléfono, los e-mails y las constantes interrupciones, casi todos los días tengo la sensación de que he estado muy ocupado pero que en realidad no he hecho nada útil. Y esa sensación me abruma.

