Puedes pasar de víctima a líder, y esa decisión marca la diferencia fundamental. Entonces llegarás a ese estado mental en el que aceptarás los cambios y los trastornos y los aprovecharás en tu favor. Los utilizarás para promover tu capacidad de liderazgo. Los explotarás para construir una empresa mejor independientemente de si tienes o no la autoridad formal que te da un cargo. Aprovecharás los cambios para que te ayuden a expresar lo mejor de ti mismo, para crecer y convertirte en una persona mejor y más feliz.




