Mario Monroy

80%
Flag icon
Están furiosos por no tener cuerpo, por no tener sentidos como los nuestros. Obligan a la inocente víctima a gritar porquerías porque los ritos del amor y de la pasión son cosas que no tienen modo de conocer. Pueden hacer moverse las partes del cuerpo pero no habitan en ellas realmente, y por eso están obsesionados con la carne que no pueden invadir. Y usan sus débiles poderes para hacer volar objetos y para obligar a sus víctimas a retorcerse y dar saltos. Este anhelo de ser carnales es el origen de su furia, la demostración del sufrimiento que es su destino.
Lestat el vampiro
Rate this book
Clear rating
Open Preview