Haniel

22%
Flag icon
Y mi peor problema era la risa. Me entraban accesos de risa que no podía detener. Los podía provocar cualquier cosa. Hasta la absoluta locura de mi propia posición podía desencadenarlos. Incluso hoy, estos ataques pueden sucederme con bastante facilidad. No los cambia ninguna pérdida, ningún dolor, ninguna profunda comprensión de mi difícil situación. De pronto, algo me resulta gracioso, empiezo a reír y no puedo parar. Esto pone furiosos a los otros vampiros, por cierto. Pero eso es adelantarme en mi historia.
Lestat el vampiro
Rate this book
Clear rating
Open Preview