(1) Si una iniciativa está desperdiciando los recursos que pudieran servir para algo más prometedor, entonces se poda. (2) Si un esfuerzo está afectado y no se recuperará, se poda. (3) Si es obvio que algo ya está muerto, se poda. Esa es la fórmula tripartita para hacer bien las cosas en casi cualquier ámbito de la vida.