Haksito Flores

1%
Flag icon
Dormí casi cuatro horas seguidas, sin soñar, hasta que a las siete me despertó la punzada de angustia en el vientre por la muerte de mi hijo Jacobo, que habíamos programado para las siete de la noche, hora de Portland, diez de la noche en Nueva York.
La luz difícil
Rate this book
Clear rating
Open Preview