Una «buena historia» significa algo que merece la pena narrar y que el mundo desea conocer. Lograr escribirla es una tarea solitaria. Comienza con el talento. Es preciso haber nacido con la capacidad creativa de juntar una serie de cosas de una forma que no se le haya ocurrido antes a nadie. Después se debe dar una perspectiva a la obra que se base en nuevas visiones de la naturaleza humana y de la sociedad, unidas a un profundo conocimiento de los personajes y del mundo que se está creando.