deberemos crear el deseo de saber haciéndole sentir curiosidad. Debemos sembrar la pregunta «¿Por qué?» en la mente de los espectadores. «¿Por qué se está comportando este personaje de esta manera?» «¿Por qué no ocurre esto o aquello? ¿Por qué?» Si se tiene hambre de información, incluso el conjunto más complicado de hechos dramatizados pasará con facilidad a formar parte de la comprensión.