El flashback es otra forma más de explicación. Como todo lo demás, o se hace bien, o se hace mal. En otras palabras, en lugar de aburrir al público con pasajes de diálogo extensos, desmotivados y repletos de explicaciones, lo podemos aburrir con flashbacks no deseados, sosos y repletos de datos. O lo podemos hacer bien. Un flashback puede hacer maravillas si seguimos los principios de las explicaciones convencionales.