y lo segundo es básico en nuestras vidas. Muchos de nosotros interiorizamos una idea que nos inculcan (por lo general, de forma inconsciente) padres, profesores, amigos o comunidades: nos hacen creer que, en cierto sentido, somos deficientes, que no estamos a la altura. Si podemos superar esas ideas negativas, lograremos querernos, lograremos disfrutar del amor propio, de la autoestima.