No digo que la enfermedad me haya hecho más inteligente y profunda, pero gracias a ella estoy con Patrice, gracias a ella existen las niñas, y esto es lo contrario de la decepción, lo contrario de la amargura, no pasa un día sin que me diga: tengo el amor. Todo el mundo lo persigue, pero yo, que no puedo correr, lo tengo. Me gusta esta vida, me gusta mi vida, la amo totalmente. ¿Comprendes?