Sin embargo, la clase de entrega que Jesús le pidió al joven rico es la parte medular de la invitación que hace Jesús en todos los Evangelios. Hasta el sencillo llamado en Mateo 4 a sus discípulos, «Sígueme», contenía implicaciones radicales para sus vidas. Jesús los llamaba a abandonar la comodidad, todo lo que les era conocido y natural.

