47. Si alguna cosa exterior te contrista, no es ella la que te conturba, sino el juicio que te formas acerca de la misma; pero en tu mano tienes el abolir este juicio al instante. Mas si te da cuidado lo que se relaciona con la disposición de tu espíritu, ¿quién te impide rectificar tu opinión? De la misma manera, si te afliges a causa de no poner en ejecución lo que te parece recto, ¿por qué no redoblas los esfuerzos en ejecutarlo, antes que afligirte?