Paul Miramontes

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No aplicamos el castigo penal a los perturbados, los locos, los niños pequeños, los animales o los objetos inanimados, porque juzgamos que, del mismo modo que los entes similares a ellos, carecen del aparato cognitivo que podría informarse de la política y, en consecuencia, inhibir la conducta. Eximimos de responsabilidad a esos entes no porque sigan las leyes previsibles de la biología cuando todos los demás siguen las misteriosas no-leyes del libre albedrío. Les eximimos porque, a diferencia de la mayoría de los adultos, carecen de un sistema cerebral que funcione y pueda reaccionar ante las ...more
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La tabla rasa: La negación moderna de la naturaleza humana
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