Una vez que reconocemos lo que el modernismo y el posmodernismo han hecho a la élite de las artes y las humanidades, se desvelan las razones del declive y la caída de éstas. Los movimientos se basan en una teoría falsa de la psicología humana: la de la Tabla Rasa. No saben aplicarse a sí mismos su más cacareada capacidad: la de acabar con la simulación. Y despojan al arte de todo lo que tiene de divertido.