El carácter colectivista y antiindividualista del Nacionalsocialismo alemán no cambia mucho por el hecho de que no se trate de un socialismo proletario sino de clases medias, y que se inclina, por lo tanto, a favorecer a los pequeños artesanos y tenderos y a establecer un límite algo más alto en cuanto al reconocimiento de la propiedad privada que el del comunismo.

