Enric Pardo

35%
Flag icon
Un auténtico caballero, explicó Montegrifo con una sonrisa que le restaba solemnidad al comentario, no recurría jamás a la pala del pescado. —¿Y cómo quita las espinas? —se interesó Julia. El subastador sostuvo su mirada, imperturbable. —Nunca voy a restaurantes donde sirven el pescado con espinas.
La tabla de Flandes
Rate this book
Clear rating
Open Preview