Albert Mir

13%
Flag icon
No habían pasado ni ocho días desde que aquello ocurrió, cuando me llamó el director de la escuela, algo que me extrañó bastante. Cuando fui a verle, me dijo que había quedado vacante un puesto de profesor de matemáticas en una escuela secundaria en Shikoku[7]. Aunque la paga era de sólo cuarenta yenes al mes, me aconsejó que lo intentara.
Botchan
Rate this book
Clear rating
Open Preview