Hace mucho hubo seres humanos que, al considerar la situación del mundo en el transcurso del tiempo, perdieron la esperanza en lo que ellos podrían llegar a realizar mediante su propia capacidad; el desaliento les quebrantó la voluntad. En ese punto llegaron a creer en lo que no podían ver con los ojos, y pusieron su esperanza en algo que transcendía el alcance de la visión normal. Así debe haber sido como surgieron las primeras agrupaciones religiosas.