Naird

9%
Flag icon
Pero hoy en día el oro ha sustituido al acero y, caramba, el dólar de Ankh-Morpork parece ser la moneda preferida. Mañana… tal vez las armas no serán más que palabras. Las palabras más abundantes, las más rápidas o las últimas. Mire por la ventana. Dígame qué ve. —Niebla —dijo el sumo sacerdote. Vetinari suspiró. A veces el clima no tenía ningún sentido de la conveniencia narrativa.
La verdad
Rate this book
Clear rating
Open Preview