Necesita algo un poco más general. Con un poco más de gancho. —¿Qué tal «Temas de Ankh-Morpork»? —propuso William—. Lo siento, pero no se me dan muy bien los nombres. Gunilla se sacó el pequeño capazo del delantal y eligió unas cuantas letras de uno de los cajones de la bandeja. Las colocó en posición, las entintó y les pasó por encima una hoja de papel. William leyó: «Times de Ankh-Morpork». —Me he equivocado en un par de letras. No estaba prestando atención

