Las guardas para los clientes especiales, ¿verdad? —preguntó el señor Alfiler. —Para mí, señor, todos los clientes son especiales. —¿Y tienes mostaza? —La gente lo llama mostaza —empezó a decir Escurridizo, dejándose llevar por el entusiasmo— pero yo lo llamo… —Me gusta la ’ida mostaza —dijo el señor Tulipán. —… mostaza de la mejor.

