Pero ¿ante quién respondes tú? Yo tengo que dar explicaciones por lo que hago, aunque ahora mismo no tengo ni idea de a quién maldita sea. Pero ¿tú? Me da la impresión de que tú puedes hacer lo que te venga en gana. —Supongo que respondo ante la verdad, señor. —¿Ah, sí? ¿Y exactamente cómo? —¿Perdone? —Si dices mentiras, ¿viene la verdad y te da un bofetón? Estoy impresionado. La gente normal y corriente como yo somos responsables ante otra gente.

