Sí, ya sé. Tengo unas cosas que escribir, y luego usted y yo vamos a ir a verlo. Ah, y mande alguien a la torre de señales, por favor. Quiero mandarle un clac al rey de Lancre. Creo que lo conocí una vez. —Los clacs cuestan dinero. Mucho dinero. —Hágalo de todas maneras. Ya sacaremos el dinero de algún sitio.

