A lord Vetinari lo han visto tres doncellas de la limpieza del personal de Palacio, todas señoras respetables, después de que las alertaran los ladridos del perro de su señoría sobre las siete en punto de esta mañana. Y el patricio ha dicho —y aquí Vimes consultó su propio cuaderno—: «Lo he matado, lo he matado. Lo siento». Ellas han visto algo que tenía mucho aspecto de ser un cuerpo en el suelo.

