Y por último, en un Tono más Alegre, se comenta que los Enanos Pueden Convertir el Plomo en Oro, aunque nadie sabe de dónde procede el rumor, y a los enanos que se dedican a sus asuntos legítimos en la Ciudad la gente les grita cosas como, p.ej., «¡eh, pequeñajo, a ver cómo haces un cacho de oro!», aunque esto solamente lo hacen los Recién Llegados, porque aquí todo el mundo sabe lo que pasa cuando llamas «pequeñajo» a un enano, a saber, que estás Muerto.

