No lo sé —respondió el señor Slant—. Eso no es asunto mío. Yo… —¿Señor Buenamontaña? —dijo William—. En tipos grandes, por favor. —Marchando —dijo el enano. Su mano se posó sobre un cajón nuevo. —En mayúsculas, encajado al ancho: «¿QUIÉN GOBIERNA ANKH-MORPORK?»

